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Porque sobre lo ideal, se ha escrito demasiado.

Soberbios, followers & cia

domingo, 13 de enero de 2013

¿Servir en el cielo, o reinar en el infierno?

Hablan de tentaciones y no te has puesto frente a ninguno de ellos. 

La tentación, no es mala. Y si existen las tentaciones, será para caer en ellas ¿O no?. Si algo te tienta, es que te gusta. Es que te gusta, y reprimes tus ganas. Reprimes tus ganas, y te lo prohíbes. Te lo prohíbes, y te gusta todavía más. ¿Servir en el cielo, o reinar en el infierno?. ¿Vivir reprimido, o ser feliz?. ¿Decidir por ti mismo, o aceptar lo impuesto?.
Pecar es humano, humano y sano. Y qué mejor pecado que aquel que más te tienta.

Me encanta sentirme tentada, que me pongan a  prueba, y sobre todo, adoro fallar a la evidencia. Lo tentador es sorprendente, y arriesgado. Si caes ante una tentación, de la que nadie se sorprende, no estás pecando de la manera correcta.. Cuando nadie entiende cómo has sido capaz de hacer algo, es doble la satisfacción que sientes. Tentación y riesgo, adrenalina pura, amén. 
Jugar con fuego sabiendo que te vas a quemar, pero manteniendo una mínima esperanza de salvarte, y en el fondo saber que volverás a quemarte, pero aún así, jugar.

Vivir evitando tentaciones es vivir sin riesgo, para mí, es no vivir. Si duele, es que estás vivo,, si pasas toda la vida de pie, no sabes la satisfacción que da levantarse. Reprimirse constantemente es morirse poco a poco. Las tentaciones están para caer en ellas, pero en las tentaciones de pecados capitales, no en esos caprichos pasajeros disfrazados de tentadores e insípidos pecados.

En cuanto a la pregunta en negrita, es obvia mi respuesta. Yo eh decidido reinar en el infierno, y creedme cuando os digo que me estoy ganando mi trono a pulso.



Reinas de la Maldad, opinad sobre este tema. Dejad debajo de vuestra opinión vuestro blog y me pasaré con la mayor brevedad posible. Siempre vuestra. @maarviloria.

viernes, 4 de enero de 2013

2013

Que qué espero del año nuevo. Buena pregunta. 
Mentiría si dijera que espero que sea mínimo como el anterior. Es más, como sea como 2012, yo no sé si lo voy a aguantar. Espero, que como mínimo sea como hace unos 18 meses, cuando yo era completamente feliz. 
Me gusta cómo suena "2013", el trece es mi número favorito (no confundir con número de la suerte), así que por lo menos, aunque no me traiga suerte, lo viviré con ganas. 
Quiero, que vuelva a importarme todo una mierda, recuperar mi soberbia, mi mala leche y mi sentido del humor. Espero que me traiga felicidad, qué salud, ni qué amor, ni qué nada; felicidad, en el formato que sea. Felicidad como concepto y como forma de vida. 
Me encantaría que mi 2013, fuera el punto de inflexión de mi vida. Ese cambio que tanto espero, esas ganas que tengo de crecer como persona, de marcharme lejos, de no depender de nadie salvo de mi misma. Y de acabar con esta crisis de identidad. ah, y por qué no, un 2013 de éxito.
Que el 2013, no me quite a nadie. Que ni se le ocurra, que la tenemos. Que me deje seguir disfrutando de ellos.
Y lo que más deseo que me traiga este 2013 es valor. Valor para mandar todo eso que me está haciendo dudar de mi misma, todos esos recuerdos que lo único que hacen, es daño; mandarlos a freír espárragos o hablando en plata, a tomar por el culo.

Y vosotras, ¿Qué esperáis del 2013? Reinas de la Maldad, ¡Feliz Año!