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Porque sobre lo ideal, se ha escrito demasiado.

Soberbios, followers & cia

martes, 24 de diciembre de 2013

Noches y buenas.

"...Con lo que ella ha sido, y ahí la tienes en un rincón. Eso la pasa por esperar amaneceres deslumbrantes, al lado de príncipes despreciables que venderían su alma por otra copa de ron. Fue sirena en mil y un bares, pero lo único que la importaba era que aun metiéndose en la cama con cientos de piratas, despertaba siempre sola, con una resaca de vértigo y la vergüenza entre las sábanas. Fue musa de más de un poeta, que hubiera dado la vida por colarse entre sus piernas. Todas las noches eran buenas, acababa bailando en la barra de cualquier bar, borracha y contenta de ser quien era. Ellas querían ser como ella, ellos querían hacerla suya. Fue inspiración, envidia, tentación. Fue el sinónimo más exacto de perfección. La suerte no la sonreía, era ella quién sonreía a la suerte.

Fue envidiada y deseada, lo tuvo todo pero quiso más..."


Reinas de la Maldad, lo primero deciros que volví a escribir sobre moda, esta vez en el blog Mon Coin de Mode donde he sido tratada casi como una reina. Os invito a que leáis, sigáis y comentéis este blog que tanto me gusta. Y en segundo lugar ¡Feliz Navidad!. Espero poder hacer un post de recopilación de este año, y que lo disfrutéis. 

Siempre vuestra, nunca suya.

domingo, 15 de diciembre de 2013

HE.

Digamos que a día de hoy son nuestro talón de Aquiles. Además, ellos lo saben, y no tienen suficiente con saberlo, sino que se aprovechan de que nosotras perdemos los papeles y nos comportamos como autenticas lobas cuando están cerca. Nos acobardan. Tienen una habilidad innata para hacernos sentir muy pequeñitas, aunque somos muy grandes. Siempre acaban destruyéndonos o haciendo que perdamos la cabeza, el norte el sur y todos los puntos cardinales, pero ellos son los únicos que pueden reconstruirte, los únicos que hacen que recuperemos el sentido.
No nos conviene caer en sus garras a la primera de cambio, pero nos encanta sentirnos deseadas, poderosas y sobretodo, sentirnos suyas, sentir que ellos son nuestros. Son capaces de hacernos reír, y de sacar las uñas si vemos que "hacen reír a otras". 

domingo, 1 de diciembre de 2013

Un par de ellos más.

Te iba a pedir que me dieras dos minutos, pero conociéndome como me conozco se me atropellarían las palabras entre sí y acabaría dejándome un montón de cosas en el tintero. Voy a dedicarte unas líneas, a ti, siéntete afortunado que estas manos no escriben a cualquiera. A ti, que puede que ni siquiera te haya conocido, a ti, que si te conozco, no sé que eres tú. 

Te estoy esperando. Estoy esperando que compartamos los domingos, que pongamos una peli y que intercambiemos besos en el sofá. Que me hagas cosquillas hasta que me duela la tripa y me acaricies el pelo, ponerte morritos, incluso pegarte un par de gritos pidiéndote que pares ya. Estoy esperando que dibujes con tu dedo en mi espalda, y adivinar qué quieren decir tus caricias. Pasear de la mano, todo muy empalagoso, porque a día de hoy es lo que me apetece, las cosas pastelosas y edulcoradas. Que me beses sin dejar que pare de sonreír y que me cantes al oído cualquier canción a la que le hayamos otorgado la categoría de nuestra.

También estoy deseando conocer tus manías y tus vicios. Enfadarme, porque tú, como todos los hombres quieras pasar unas horas con tu querida consola, con tus colegas, o con tu querido equipo de fútbol. Me apetece un montón que me retes, a lo que sea, a dejar de fumar, a dejar de salir, o a empezar a tocar el ukelele. Me apetece sentir eso que hace mucho que no siento, ganas de morder a alguien, ganas de jugarme la vida, y ganas de quitarte hasta la piel.

Te iba a pedir que me dieras dos minutos, pero conociéndome como me conozco, se me haría muy difícil dejar que te marcharas una vez hubieran pasado. Así que mejor te doy un par de ellos más para que te presentes, y a partir de ahí, solo te pediré el resto de nuestras vidas.

lunes, 25 de noviembre de 2013

#LasReinasDeLaMaldad Olga.

Hoy, os presento a Olga, su blog, Sonríe, es lo más serio
Sobre ella:
¿Quién mejor que ella misma para decirnos quién es?
"Proyecto de cirujana. ¿Sobre mi? 221223 pelos, 152 pecas y algún que otro lunar. Aposté y perdí mi vergüenza en una apuesta. Escribir es más que una acción, es un modo de vida. FanFantal y apasionada por Fangoria. No estoy seria, soy seria. Con el alma tatuada, y si, es su nombre, claro."
Sobre su blog:
Su blog diría que es como otra versión del mío, (en el buen sentido de la expresión). Olga y yo, nos parecemos tanto que leer sus palabras es casi como si estuviera leyéndome a mi misma. El contenido del blog, es similar al mío, pero con mucha más sensibilidad (y menos palabras mal sonantes). Es un blog que debéis visitar si os gusta este porque es la versión mejorada del mío.
Destacaría su entrada "180513 lágrimas", es un post con el que lloré desde la tercera frase. ¿Por qué? porque es algo escrito desde el mismo corazón, es dolor en forma de tristeza desconsolada pero contenida. Realmente, es una entrada que me emocionó desde la primera hasta la última coma y recomiendo que leáis.
Su relación con El Rincón de la Soberbia:
Sé que Olga me seguía en twitter desde hacía algún tiempo, pero como soy así de arisca (y porque no me doy cuenta de seguir a la gente, realmente ese fue mi fallo) no la seguía, y ese fue un terrible error.
Cuando la pregunté que desde cuándo y por qué leía mi blog esto fue lo que me contestó:
"Leo tu blog desde hará como año y medio, y lo leo porque me identifico muchísimo contigo, comparto tu afición por la moda y sobre todo porque me encanta leer y escribir."
Lo que me llamó la atención:
He de reconocer que cuando Olga mostró interés por colaborar en esta nueva sección, y me pasé por su blog no tuve más remedio que arrodillarme ante ella. Posee una sensibilidad que nunca había visto y su manera de escribir, me recordó demasiado a la mía. Llevamos en contacto alrededor de un mes, trabajando sobre la entrada y a pesar de mi falta de constancia, y mi memoria de pez, no ha dejado de trabajar por su cuenta. Destacaría de ella, la perseverancia, el gusto por el trabajo bien hecho y su facilidad para emocionar. Desde mi espacio, os invito a conocerla y a descubrir todas esas cualidades de las que os he hablado.
Su espacio:
Propuse a Olga hablar sobre el frío, el invierno, esa época del año que como sabéis tanto odio (aunque los más asiduos al blog la adoréis porque mis publicaciones son más numerosas) y esta maravilla, es lo que ella decidió escribir:

Invierno, por Olga Vallejo.

"Esta mañana he abierto la ventana y ahí estaba, el Señor Invierno recién llegado a la ciudad.
Como cada año, venía a invitarme a pasear. El señor Invierno es frío, alto y delgado, aunque muchos piensen que es desagradable y antipático, es bastante reservado y callado. Pero una vez te has acostumbrado, no es nada desagradable sentarse junto a él y observar como llueve fuera.
Parece que por fin llega el frío, y con él, los días cortos, las noches largas y las tardes enteras con un buen libro, café y manta.
Con el Señor Invierno llegan los domingos encerrada en casa, con mil cosas por hacer pero ninguna hecha. Llegan las seis y media de la tarde y es de noche, llegan las siete de la mañana y cuesta salir mucho de la cama, y no solo por la hora, si no por el frío, llegan las peleas por la manta, los guantes que no te dejan escribir bien y los abrigos que prácticamente no te dejan moverte. Pero también llega esa época tan mágica del año, en la que las ciudades se visten de blanco, las gotas se transforman en diminutos y perfectos copos de nieve y sobre todo llega la mejor sensación del mundo, tomar té bien caliente y notar como el calor te invade por dentro.
El Señor Invierno se queja de las comparaciones, se queja porque no le gusta a nadie, todos le preguntan por la primavera, su querida hermana Primavera, esa a la que todos adoran, con sus flores, el sol y los arboles vestidos de nuevo.  Solo hacen que preguntarle cuando va a llegar, cuando se irá él y dejará que todos disfruten del calor. Pero también se queja de que cuando el verano ha llegado y todo el mundo tiene lo que quiere, con el calor, la playa y los helados, quieren que vuelva el frío, y que el otoño, su hermano más cercano, aparezca rápido, porque es un momento de enamorados y bla bla bla…
Yo le dejo que proteste, porque no tiene con quien hablar.
Y seguimos paseando hasta casa, donde preparo té para dos, aunque sé que no se lo va a tomar, el Señor Invierno no se quita el abrigo, es muy friolero, y se queda callado junto a la estufa mientras ve la nieve caer al otro lado de la ventana. Es algo melancólico y bastante quejica, no lo voy a negar, pero créeme que cuando le conoces  no está tan mal.
Cuando llega la noche, el Señor Invierno se tiene que ir a trabajar, y mientras cierro la puerta y veo como se aleja, tengo que admitir que me gusta el Invierno y que no lo puedo evitar."

Esto ha sido todo, de nuevo recordaros el blog de Olga SONRÍE, ES LO MÁS SERIO y recomendaros que os paséis y la sigáis, porque no solo es muy buena escribiendo sino que también es un encanto de persona. Su cuenta de twitter es @OlgaVErrando a la cual también deberíais echar un vistazo.

Dicho esto, solo me queda despedirme, dando las gracias a Olga por atreverse a ser la primera, y a vosotras por estar al otro lado de la pantalla. Reinas de la Maldad, espero vuestros comentarios, sobre la nueva sección y lo maravillosa que os pareció la entrada de Olga. Si queréis escribir en mi blog, mandad un mail a mirincondesoberbia@hotmail.com.

Siempre vuestra, nunca suya. Marina Viloria.

COLABORACIONES.

Hoy, inauguramos una nueva sección en el Rincón de la Soberbia; la vuestra. En este espacio, voy a dejar que seáis vosotras, mis "Reinas de la Maldad" quienes escribáis unas líneas. ¿Cómo colaborar? Envía un mail a mirincondesoberbia@hotmail.com o pregunta vía Twitter en @ReinadelaMaldad. ¿Por qué? Muy sencillo, al igual que yo recibo cientos de visitas diarias, quiero que aquellas (bueno, y aquellos, que no es cuestión de generalizar) que me leéis, también podáis mostrar un poquito más de vosotras y dar a conocer un poco más vuestros blogs a personas que no os siguen. ¿Qué hay que hacer? al contactar conmigo, nos ponemos de acuerdo en cuanto al tema sobre el que queráis escribir, y redactáis una entrada (VUESTRA Y ORIGINAL) que publicaré en el blog. ¿Hay que tener blog para colaborar? No necesariamente, incluso puedo publicar de forma anónima si así lo requiere.
No os entretengo más, si queréis escribir en El Rincón de la Soberbia, ya sabéis lo que hay que hacer.

viernes, 15 de noviembre de 2013

El hombre perfecto.

Busca un hombre, no un crío. El hombre perfecto, aunque yo creo que eso es más bien un mito. Busca un hombre que sepa que estar contigo es un privilegio, no un derecho. Que te haga sonreír hasta cuando estés tratando de discutir con él. Uno de esos con los que se te pone cara de boba solo con oler su perfume y que si estuviera en su mano, pondría el universo a tus pies. Búscate un hombre que te valore por lo que eres, no por lo que fuiste ni por lo que algún día serás. Que te vea preciosa incluso recién levantada, en ese momento en el que tú te miras al espejo y suspiras pensando “Menos mal que alguien inventó los peines”. Que te respete, que te idolatre y con el que te sientas muy mujer, muy diva, muy diosa, muy tú.

No busques ni al más guapo, ni al más rico, no al que tenga el mejor apellido. Busca al que prefiera quedarse un sábado tirado en el sofá contigo que irse a ver el fútbol con sus amigos. Rechaza a todos aquellos que prefieran verte en ropa interior, antes que charlar con un café de por medio. Que te cuide, y que aunque no lo haga, trate de comprenderte.

Que no te venda motos, ni te jure amor eterno, pero que haga que cada día sea inolvidable. Búscate un hombre del que puedas presumir y al que se la caiga la baba al hablar de ti. Que tenga cerebro, que pene tienen todos. Detallista, romántico, un poco macarrilla… eso ya como tú lo veas, pero que sepa cómo hacerte feliz.

Que no te utilice, que te mime y que te cante al oído. Un hombre que si te da la espalda sea solo para llevarte a caballito. Que prefiera abrazarte antes que tocarte el culo. Búscate un hombre de esos de las películas, que te parezca guapo a ti, no al resto. Que llame tu atención y que te llene los días de besos. Busca hombre sincero, paciente y protector.

Fiel, leal y comprometido con vuestra causa, la de ser felices el resto de vuestra historia. Que huela bien, y que sepa mejor. Que bese como con sabor. Uno de esos que empiezas a echar de menos mucho antes de haberte despedido de él. Busca, busca, busca…

Y una vez le encuentres, átale a ti. Pero átale con unas cadenas más fuertes que las metálicas, de esas que hacen que cada minuto del día tenga que pensar en ti. Demuéstrale que aquí no has venido a competir con ninguna otra, que te vas a compartir con él. Y sobre todo, sé feliz. Disfruta de su compañía, de sus tonterías, de sus rabietas, de sus detalles y sus manías. Disfrútalo a diario y los fines de semana, por las noches, por las tardes y por las mañanas.


Porque al fin y al cabo, llevas toda la vida buscándolo. Porque al fin y al cabo, no sabes si es el de verdad, y al no saberlo no puedes predecir si algún día te faltará.


Reinas de la maldad, feliz viernes. Estoy especialmente contenta esta semana, no me pregunteís por qué. Con este post doy la entrada al fin de semana, que espero sea más productivo que el anterior. No tengo mucho más que añadir, que disfruteis todo lo que podais este par de días antes de volver a la rutina y que os espero aquí muy prontito. Un beso muy muy muy muy muy muy grande. 
SIEMPRE VUESTRA, (CASI) NUNCA SUYA. 

Marina Viloria


domingo, 10 de noviembre de 2013

½ ♥ + #Blonde


"Paula abrió la puerta de su casa y se dirigió a la cocina para dejar la compra. En cuanto dejó la última bolsa, notó algo extraño, como si las cosas hubiesen decidido reagruparse de manera distinta para llamar su atención. Con la intención de confirmar sus sospechas, se dirigió al salón. Y, efectivamente, lo entendió todo.

El piso estaba semidesértico. Era como si le hubieran robado exactamente la mitad de casi todo. Quedaban la mitad de los libros, la mitad de los CDs, la mitad de las películas, la mitad de su vida. La otra mitad se la había llevado él, aprovechando su ausencia.

Paula se sentó en su mitad del sofá y contempló lo vacía que había quedado la otra mitad de su existencia. Y se volvió a preguntar por qué nos empeñamos en llenarla siempre con otra persona. Por qué llevaba años empalmando una pareja con la siguiente. Por qué, de todas las cosas difíciles e importantes que había aprendido a lo largo de estos años, nunca figuraba en la lista la asignatura pendiente de estar sola.

Otra vez a desilusionarse, otra vez a perder las ganas, otra vez a olvidarse de los hombres, a reírse de ellos con esa risa que bien podría confundirse con llanto. Otra vez a recuperar la ilusión, otra vez a creer que será diferente. Otra vez a emocionarse con algo distinto. Y otra vez a vivir una mentira. Otra vez a descubrirla, otra vez a desengañarse. Otra vez a quitarse media vida, otra vez a quedarse sola en su medio sofá.

Como si de una venganza de cínicos se tratase, Paula había comprobado que su corazón era siempre divisible por la mitad. Y luego por la mitad de la mitad. Y después por la mitad de la mitad de la mitad. Y así infinitamente. Pero de lo que nadie le había advertido es que cada vez que lo dividimos, los sentimientos que puede albergar nuestro corazón son más pequeños.

Y eso era justamente lo que le estaba pasando a Paula. Que siempre que se enamoraba quería con todo el corazón, sí, pero con todo el corazón que le quedaba. Esa era la parte que nunca nadie le preguntó. Me quieres, sí, pero con cuánto.

Paula cogió los condones de una de las bolsas del súper, se digirió a su medio dormitorio y abrió el medio cajón del desconsuelo, la parte de su mesilla que solo se abría en caso de media emergencia. Allí guardaba la desesperación de los intermedios: un folleto de un banco de esperma y un consolador. Pero también los paquetes de kleenex.


Fue entonces cuando dibujó una media sonrisa y se enjugó la mitad de todas sus lágrimas."

Risto Mejide, Que la muerte te acompañe.

Reinas de la maldad, la mitad de la mitad.
No hay mucho más que añadir. Desearos feliz semana. Muy pronto comenzaran los cambios aquí, hay que ultimar los últimos detalles pero está casi todo listo.
Como siempre, podeis seguirme en twitter tanto en mi cuenta personal como en la cuenta del blog (@maarviloria y @ReinadelaMaldad respectivamente).
Ah, lo olvidaba, la foto es de una pequeña sesión que me hizo mi amiga Jen, la verdad es que no estaba preparada simplemente agarramos la cámara y quedaron unas fotos bastante chulas que ya os enseñaré. A ver si para la siguiente entrada ya puedo desvelar alguna de las sorpresas, que la verdad es que tengo muchísimas ganas pero no puedo decir nada.... Así que os dejo con los dientes largos, y os mando un beso inmenso. 
Siempre vuestra, nunca suya. 

Marina Viloria. 


jueves, 7 de noviembre de 2013

NOV.

Hola Noviembre. Ya estás aquí. Pensaba que este año me ibas a dar un respiro, pero no; ya estás aquí, con tus domingos eternos y tristes, llenos de melancolía y de tantos “tengo que empezar a cambiar”. La verdad es que no te he echado de menos. Hace muchos años que te echo de más. Pero tu siempre vuelves, tirando por la borda cualquier esperanza de vivir en un verano permanente, congelando todo recuerdo feliz de algún tiempo que algún día fue.
Qué egoísta eres. Con tu continuidad, tus 30 días justos, ni más ni menos. La mayoría de ellos, fríos y lluviosos, todos ellos raros, como de domingo.
Eres lo más parecido que conozco a una maldición, no es por nada, pero me recuerdas que el fin del año se acerca, y un año más no sé en qué he invertido mi cada vez más escaso y valioso tiempo.
Te tengo calado Noviembre, vas disfrazado de Otoño pero eres quien lo deja todo listo para el invierno, a ver si te crees que a mi me vas a engañar. Eres un triste, amaneces tarde y anocheces pronto. Anocheces tan pronto que es como si viviera en una noche permanente, pero no una de esas noches para recordar, sino una de esas noche de pasárselas llorando, deprimida en el sofá con una manta y helado de chocolate. Que hijo de puta, tu con tus recuerdos, arrasándolo todo. Estás lleno de nostalgia, por lo menos para mí. Noviembre, tú y tu frio. Frío que me deja helada, por fuera y seca por dentro. Lo que pasa es que eres un cobarde, ya no te atreves a ser el que eras, el de la ilusión de estrenar botas, de comprarse abrigo nuevo y de hacer cosas que nunca antes había hecho. Ahora eres el que se esconde, y pasa con eso, con miles de recuerdos que me hacen pensar en lo que fue y dejó de ser, en lo que podíamos haber sido de no ser por nosotros. Ay madre, que manía te tengo.
Pero no, no vas a poder conmigo. Siempre que tenga una canción que me suene a nueva, que me anime a continuar; un abrigo que me proteja de tu fría indiferencia, un “borrón y cuenta nueva” en la punta de la lengua… Siempre que tenga alguna de las cosas, tendré recuerdos nuevos que crear, y tarde o temprano, o te irás o volverás a ser el que eras. Valiente cabrón, con lo que tú y yo hemos sido… Qué ganas tuviste de hacérmelo pasar mal.

Reinas de la Maldad, hoy, no tenía pensado publicar. Es más, debería estar arreglándome para disfrutar del” juernes” universitario, en cambio estoy con mi bata de cebra, el pelo recién lavado y tecleando como una loca. ¿Por qué? Porque he leído algo por ahí que no me ha gustado un pelo. Y para chula, yo. Es broma, ¿o no?. Tal vez cuando digo noviembre quisiera poner un nombre propio, tal vez cuando digo cabrón, quiera decir… no, cuando digo cabrón es cabrón.  Novedades traigo. En breves comenzaré una sección en el blog en la que presentaré a algunas de mis lectoras que espero que acojáis con cariño. Si quereis participar, solo teneis que poneros en contacto con mirincondesoberbia@hotmail.com y os daré las pautas para que seais las próximas en salir en El Rincón de la Soberbia.

Estás últimas líneas he de dedicárselas a alguien “muy especial”. La verdad es que si pasó lo que pasó, no fue porque yo lo busqué, sino que me buscaron a mi. No es cuestión de escusarme, porque yo en tu lugar no admitiaría escusas pero  nadie me dijo que aquello no estaba bien porque nadie me dijo que tuviera que rendirle cuentas a nadie. Estas muy equivocada si piensas que yo en mi sano juicio iba a volver  a hacer que un pelele  hiciera daño a otra mujer. La culpa no es mía, sino de aquel que no supo contenerse. Con todo esto no pretendo abrir una nueva guerra sino que sepas que después de lo que ha jugado tanto contigo, como conmigo… lo más bonito que se me ocurre es partirle las piernas. 

domingo, 27 de octubre de 2013

Putas y princesas.

El momento exacto en el que todo se desmorona, el momento en el que todo lo que fuiste y conociste no te vale de nada.

Es el instante en el que aprietas el gatillo y comienza tu propia reencarnación, sobre tu mismo cuerpo, el formato no cambia… el contenido, con suerte sí. Empieza tu autodestrucción. Cuando la que fue princesa, se vuelve puta, y no una cualquiera, sino la más puta si nos ponemos a comparar.

La culpa no fue suya, fue tuya por confiar. Por dar tu brazo a torcer, por no saber pararle los pies.

Cambiar las coronas y los bailes reales, por un paquete de cigarrillos y un botella de vodka. A nadie le importa de dónde vienes, ni cuales fueron los motivos que te hicieron llegar hasta aquí. Solo importa cómo te mueves, cuánto enseñas, y hasta dónde estás dispuesta a llegar con cualquier sapo que fácilmente confundirás con un príncipe.

Qué tonta eres. Qué idiota fuiste. Qué zorra serás.

Esperas conseguir ser una zorra, considerando zorra como sinónimo de astuta, claro.

Ya no importa el protocolo, ni los buenos modales. Dime cuanta pierna enseñas y te diré cuántos van a caer esta noche a ras de tus tacones. Sentirte deseada mejor que sentirte admirada, preferir que te inviten a una copa antes de que te juren amor eterno.

Cuando una princesa se transforma en puta, que tiemble la ciudad. Y que corra lo más deprisa y lo más lejos que pueda, el motivo (que con casi toda seguridad tenga el centro de decisiones entre las  piernas) que causó esa transformación.

Cambiar un castillo por un bar. Sentirse rubia sin ser natural. Cualquiera estaría dispuesto a pasar una noche contigo, temen el momento en el que les digas que son tus mejores amigos. Pensar en nada y acabar con todos. Creer que disfrutarás cuando ese cabrón vea lo que ha desperdiciado. Seguir bebiendo, y seguir bailando. Vicios callejeros, besos traicioneros. Saber que detrás de tu falda tienes unos cuantos perritos falderos. Tú con esas ganas de nada y ellos con tantas ganas de cama.

Sentir que tú no eres más que un puñado de celos. Celos de saber que está y que no es contigo. Sentir que fuiste musa de un fracasado poeta, que te prometió mil mentiras por satisfacer su bragueta.

Nadie sabe que esta puta, no ha dejado de ser princesa. Sigue sintiendo, etiquetando emociones, sufriendo por cualquier cosa solo de puertas para dentro. Que esa puta que parece ir por el camino de la perdición, no puede evitar mirar atrás, deseando que en cualquier momento el que fue príncipe, la vuelva a rescatar. Demasiado rota para ser princesa, demasiado frágil para ser puta.


Tacones altos para intentar elevar la poca dignidad que le quedó después de una eternidad arrastrándose por ese cabrón. Vértigo. Las mentiras que sustentan no son buenos pilares. La fecha de caducidad de su felicidad la tiene tatuada entre las piernas. Qué casualidad que coincide con el día exacto en el que el valiente hijo de puta, dejo su cama por visitar otras cuantas más.


Marina Viloria


Reinas de la Maldad; os dejo una entrada que escribí hace algún tiempo, y hoy he tenido la necesidad de publicar. Sé que es una vuelta al pasado, tratando los mismos temas y de la misma forma que solía hacerlo. Os habreis dado cuenta que tras un verano apenas sin actualizaciones y un año pasado escaso de inspiración, estoy tratando de volver a actualizar cada poco tiempo. 
Como siempre os recuerdo que podeís seguir la cuenta del blog en twitter (@ReinaDeLaMaldad) o mi cuenta personal (@maarviloria). 
Si alguien quiere colaborar con el Blog, o tiene alguna idea, puede ponerse en contacto en mirincondesoberbia@hotmail.com

Siempre vuestra, nunca suya.

lunes, 14 de octubre de 2013

A MI YO DEL FUTURO

"
Martes 2 de Octubre de 2012

A mi yo del futuro:

En estos momentos, estoy vacía. Ya casi han pasado dos meses desde que puso punto y final a nuestra relación. Una relación que por lo que se ve para mi solo tiene sentido cada vez que se termina.
Tal  vez, este no sea como los otros finales. Tal vez este sea el adiós definitivo, pero a día de hoy, no me lo termino de creer. No puedo creerme que se haya cansado de estar a mi lado, que mis rabietas de niña consentida le hayan hecho llegar al límite y que mis juegos consiguieran que se cansara de compartir tiempo conmigo.
Si estás leyendo esto es porque probablemente haya pasado algún tiempo. Si en ese tiempo, consiguiste una oportunidad (otra más), recuerda lo que has pasado, lo que estoy pasando y lo que me temo que me va a tocar pasar. No hagas el bobo, ahora mismo estoy muerta por dentro. No tengo fuerzas para nada, porque solo pienso en él, y desde que se fue nada tiene sentido. Recuerda, esta impotencia que siento ahora mismo cuando le digo que le quiero, y siento que las pocas veces que me contesta lo hace por obligación. 
Si no ha vuelto, que es lo más probable, llevate el siguiente consejo: si juegas con fuego, te quemas; tarde o temprano te quemas. Pero también recuerda que fueron tres años tormentosos y preciosos, con nuestras idas y venidas, pero maravillosos. Aunque ahora nada tenga sentido espero que en unas semanas, tal veces meses, incluso años, tenga respuestas a todas las preguntas que aún no tengo resueltas. Espero que en un periodo razonable de tiempo, pueda volver a sonreír como lo hacía hace dos meses, pueda volver a reír sin motivo... que ya no me haga falta para vivir.
Si hubiera otra persona, no la cagues, aunque no sientas lo mismo que siento hoy por él, no metas la pata en el futuro como yo lo hice en el pasado porque nos conocemos. 
Ahora, todo es gris. No tengo ganas de nada, solo de abrazarle. Quiérete, pero quiere a la persona con quién estés. Cuídate, y vuelve a enamorarte, no lo tengas miedo. 
Ojala estes leyendo esto con cierta lástima porque en ese momento seas completamente feliz, pero yo ahora no lo soy, me siento muy sola, y temo al futuro. Después de él, no veo más. Tengo la impresión de que esta herida jamás se cerrará. 
Tengo miedo de autodestruirme. No sé cuanto tiempo hará falta pero tengo que luchar hasta quedarme sin fuerzas. 
Le quiero más que mí; más que ti.

Siempre suya. 

Marina"


Reinas de la Maldad; sé que es muy raro que publique dos veces en la misma semana, y más seguidas, pero me apetecía compartir esto. Es algo que escribí hace un año. No sé si es bueno, o es malo. Realmente no me preocupa en absoluto, pero es lo más profundo y sincero que he publicado hasta ahora. 
Es algo que escribí y que realmente no pensaba publicar ni compartir nunca, pero la vida da muchas vueltas...
En otro orden de cosas, el sábado día 12 fue el cumpleaños del Blog, y tenía pensado publicar ese día pero estuve desde por la mañana haciendo cola para el concierto de Melendi, el cual fue una maravilla por cierto. Espero que podais perdonarme.
Seguid las novedades del blog en Twitter en @REINADELAMALDAD o en mi cuenta personal @MAARVILORIA

SIEMPRE VUESTRA, NUNCA (MÁS) SUYA.

domingo, 13 de octubre de 2013

Absurdo.

No encontré frase más cierta y que defina tan bien la situación en la que me encontraba “Es verdad nunca me dio esperanzas, pero tampoco me las quitó”. Ya lo decía Melendi, y no se equivocaba en absoluto, pura y cruda realidad.

La verdad, es que era una putada, y perdonad mi vocabulario, sé que no es lo que espera escuchar de la boca de una señorita, pero como he vivido tanto tiempo rodeada de putas he adoptado sus términos. Era una gran putada. Puede que no haya mayor dolor que el que te causas a ti mismo, por puro place, sadomasoquismo. No es la primera vez que lo digo, ni entonces fue la primera vez que lo pensé, pero somos adictos a sufrir.

Rompió su promesa de amor eterno porque yo estiré demasiado el fino hilo de la confianza y le regalé unas tijeras bien afiladas, que dudó en usar pero al final utilizó. En ese momento debimos de separar por completo todo aquello que nos unía, romper todo vínculo que pudiera relacionarnos y continuar en direcciones opuestas. Así lo hizo él. Y como siempre, la tonta fui yo.

Nunca he aceptado el “no” por respuesta, tal vez ese sea uno de mis mayores defectos y de mis pobres y firmes virtudes. Toda negativa era combustible para mi ambición; ambición de salirme siempre con la mía. Cuanto más rechazo, más empeño ponía y al final, todo aquello por lo que luchaba, me pertenecía. Y esa vez, no iba a ser diferente… o eso pensaba yo.
Mi vida giraba en torno a la idea de volver a hacerle mío, de hacerme suya, de ser nosotros y que le dieran viento fresco al resto. Y yo le sentía mío, yo me sentía suya pero aquello no era recíproco, por lo tanto aunque yo lo imaginaba nunca más hubo un nosotros. Pasaron días llenos de angustia y desesperación, de los cuales las noches, eran una copia burda y barata del más cruel de los infiernos. El dolor se convirtió en rutina. Me consumí, peleé, me arrastré, me enfrenté a todo aquel que me decía que no podría. Tú no sabes quién soy yo y todo lo que puedo conseguir, eso es lo único que pensaba yo. Me volví de piedra ante los ojos del mundo, y mi mundo seguía hundiéndose cuando sus ojos no estaban fijos en mí.
Me tuvo entre el sí y el no. Lo justo para tenerme ahí cuando no había otra y encontrar a otra mientras yo estaba ahí. Poco a poco se acabó la poca magia que quedaba entre nosotros. Él, que pensaba que yo no me enteraba, y yo que creía que él no sabía que me moría por todas y cada una de sus terminaciones nerviosas.

No quise más consejos, digamos que el “pasa página” ya le tenía más que aprendido, por lo menos en su parte teórica. No volví a creer nada de lo salió de su boca, aunque algunas cosas de las que dijo eran completamente reales y ciertas. Me cansé de jugar a un juego en el que yo no participaba. Seguía buscando el cómo y por qué, de que muchas madrugadas atrás, sin razón aparente, decidiera ponerle punto y final. Dicen que hay cosas que terminan sin motivo aparente, pues creo que ese era nuestro caso.

Probablemente yo olvidé decir que sí, que sí que quería estar siempre a su lado, y él tampoco insistió tanto. Yo pensaba que no era feliz, y él, obviamente se cansó de sonreír por los dos. En definitiva, la culpa fue de ambos, pero el castigo fue completamente mío. Yo me lo busqué, y a pesar de todo sigo sin saber perder. Me olvidó, como se olvida lo que uno ha comido antes de ayer. Y yo solo olvidé que había mundo más allá de las letras que encerraban su nombre.


Nunca me dijo que volvería, nunca salió de su boca. Pero yo que soy muy creativa, imaginé haberlo escuchado. O tal vez era lo que esperaba que tarde o temprano me dijera. “Quizá fue la puta de la duda la que me llevó al error”, otra vez Melendi, dando otro consejo. Pues sí, así fue y cometí el error más grandes que se puede cometer en esta vida. Renunciar a todo por algo que ya no vale nada. 

martes, 1 de octubre de 2013

¡OTOÑO!

Otoño.

Para mí, es nostalgia, es ver como empiezan otros nueve meses de espera hasta que el verano vuelva a llegar con ese sol que todo lo abrasa. Otoño es lluvia, es una tarde de domingo permanente, para pasar en pareja si la tienes.
 El otoño es mágico, siempre he pensado que es una época del año perfecta para enamorarse. Justo después de los desengaños amorosos que acontecen tras el verano y con un montón de tiempo por delante para disfrutar de un nuevo amor.

Y eso es de lo que tengo ganas. De conocer, de dejarme enamorar por mucho que me cueste. Quiero compartir manta y sofá, un café y un cigarrillo en cualquier tarde lluviosa. Un beso en medio de una tormenta.

El otoño, no es el fin; es un nuevo principio. Lleno de expectativas, no siempre favorables. Cambios, muchos cambios. Para mi este va a ser un año repleto de cambios, un otoño que quiera o no, traerá un año diferente.

Y habrá recuerdos. Claro que los habrá. Habrá que llorarlos, o quizá no. Tal vez sea momento de dejar atrás tantos veranos raros, tantos inviernos fríos y tantos otoños y primaveras llenos de lágrimas y desolación.

Por eso, este otoño lo que hay que ahcer es dejarse de papeles de dura y empezar a ser la clásica enamorada. Sí, la clásica enamorada que suspira con un par de rosas y una copa de champán francés. 

Hay que olvidarse de los chulazos de cazadora de cuero y empezar a mirar a aquellos que escriben una poesía cualquier noche de luna llena. Bueno, tal vez eso sea pasarse. Deja a ese cabrón, que ni te quiere, ni te valora y empieza a mirar por ti. Dale una oportunidad al mundo, y deja de pensar que tu mundo es él.

El Otoño es una preciosa oportunidad para empezar una nueva vida. ¿La vas a rechazar?

Yo, no pienso hacerlo.


¡Viva el otoño!

-Reinas de la Maldad. Inauguro Octubre como se merece. En poquísimos días, este blog cumplirá 3 años. Ni más, ni menos. ¿quién me iba a decir a mi que mis cuatro letras mal colocadas iban a llegar a tantas personas?
Estoy contenta. He empezado la Universidad la semana pasada y eso para mi va a suponer muchos cambios. Espero que positivos, ya me ireis leyendo. Muchas sabíais que pretendia dejar este espacio antes de que terminara el verano. De hecho, hasta hace dos horas yo pensaba que no iba a volver a escribir. Pero mala hierba, nunca muere. No sé cual será el futuro de esta web, pero habrá cambios. URGEN CAMBIOS. Me encantaria colaborar con otros blogs, o recibir ideas en lo que pongo las mias en marcha. En fin. No os entretengo más. EL twitter de El Rincón de la Soberbia está activo y podeis seguirlo en 

@ReinadelaMaldad

Os espero allí para que twitteeis, retweeteeis, faveeis o hagais lo que querais. 
Siempre vuestra, nunca suya.

Marina Viloria. (@maarviloria)

jueves, 19 de septiembre de 2013

La tentación llama la atención.

"Ha vuelto. No me lo puedo creer. Está justo al otro lado de la puerta, con esa estúpida sonrisa que me hace perder la cabeza. Noto arrepentimiento en sus ojos, pero al mismo tiempo siento que se moría de ganas de volver a verme, como me estaba muriendo yo sin él. 

¿Por qué ha vuelto? Ahora, justo ahora que estaba apunto de olvidarlo todo. Ahora que el dolor había dejado de desgarrarme la piel.


He de ser valiente. No quiero, pero sé que debo cerrar esas puerta con todas las fuerzas que me quedan y ponerle punto y final a esta historia de amor que bien podría confundirse con un drama. Pero no puedo, solo quiero mirarle, abrazarle y fundirme en sus labios. Es pura atracción magnética. Mi cabeza sabe que es un círculo vicioso. Pan para hoy, hambre para mañana. Cinco minutos de felicidad, 5 años de desdicha. 

"Lo siento, me ha costado mucho darme cuenta de que eres lo que verdaderamente necesito. Te quiero" No, no digas eso. Sus palabras me retuercen el corazón que bombea sangre a velocidades intolerables, con una fuerza bestial. Oigo mis propios latidos. Tengo la boca seca y un montón de palabras que se mueven en mi cabeza, sin orden ni control, deseando cruzar la fina línea que separa el consciente del subconsciente. 

Otra vez volveré a ilusionarme, pensaré que esta vez será diferente. Que el ha cambiado, que yo también lo he hecho. Otra vez a dejarme la piel, a equivocarme, a darme la hostia y otra vez a pasarlo mal. O no. ¿Y si esta vez es la definitiva?... Y si, y si... Y todos esos "Nunca más" que suenan a mentira, pero mentira de las feas, de las que ni yo misma me creo. 

Sigue ahí, mirándome. Noto como quiere besarme, noto como me muero por hacerlo. Aire, me falta el aire. Me dejo llevar. Cojo la poca dignidad que me queda y cierro la puerta. Pero con él dentro. Lo beso. Sé que no va a salir bien, pero si lo rechazo, me arrepentiré toda la vida de lo que podría haber sido y no será.

Putas tentaciones. Siempre poniéndome a prueba. Pero que le voy a hacer, si es mi talón de Aquiles. Cuanto más prohibido, más deseado."



Reinas de la Maldad. Como podreís comprobar, el look del blog ha cambiado de look. Cambiamos lo cósmico por el encaje. A escasas horas de conocer mi futuro, os escribo, a parte de porque me apetece, para contaros que por fin, El Rincón de la Soberbia está en Twitter. Os agradecería que le dierais a FOLLOW. Allí podréis preguntar, y contar todo lo que queráis y trataré de mantenerlo actualizado con mini-post  y frases de esas que estaba twitteando desde mi cuenta personal. Os espero ahí. Siempre vuestra, nunca suya. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Wake me up, when September ends.

Últimos rayos de sol.

Comienzan a descender las temperaturas, como mi ánimo. El verano ya está agonizando, como agonizan mis esperanzas de que el 31 de Diciembre pueda catalogar 2013 como un gran año.
Los días cada vez son más cortos, las noches cada vez más frías y los morenos palidecen con el fresco que empuja el verano para dejar paso al otoño.
Amores de verano que se corrompen con la caída del sol y con esa áspera rutina que se vive todo el año, menos en verano.
Acumulación de recuerdos felices que pronto acabarán confundiéndose con llanto. Qué putada, otra vez a esperar.
Muchos dirán que estoy equivocada, que el verano aún no ha acabado, pero para mi Septiembre, es síntoma suficiente para saber que la estación estival está agonizando. Un coma irreversible. El verano 2013, ha muerto.
Odio Septiembre, lo odio como si fuera un fatídico lunes después de un puente.

Reinas de la Maldad, un septiembre más aquí a vuestros pies. Cerca de cumplir el tercer aniversario de mi blog. Beh, no voy a entreteneros más. Disfrutad de las últimas horas del ansiado y efímero verano. Ya nos leeremos por aquí.
Siempre vuestra, nunca suya.

domingo, 18 de agosto de 2013

Te has marchado para siempre.

Sé que estas líneas van a quedar en el más absurdo de los olvidos. Sé que estas palabras nunca llegarán a tus oídos. Que estas letras que hoy te escribo jamás serán acariciadas por tus ojos, no van a hacerte esbozar una sonrisa, y tampoco harán que derrames ninguna lágrima.

Estás, de cuerpo presente, pero hace mucho tiempo que no eras tú. Los años pesaron y los recuerdos eran tantos que un día se esfumaron, de la noche a la mañana. Olvidaste tu pasado, tus aventuras, tus historias... Te olvidaste de tu gente, de nosotros, te olvidaste hasta de ti.

Siempre pensé que serías eterna, la mujer de hierro, indestructible. Me enseñaste, sí. Me enseñaste practicamente todo lo que sé de la vida. Y ya no estás, y yo sigo aquí, y como desde hace mucho echándote de menos... Tanto "y", supongo que me cuesta poner puntos finales, sobretodo cuando tengo que hablar de ti.

"Ley de vida" ya, pero por qué.

Tal vez, me sienta culpable por no haberme despedido. No sé, supongo que esta es una manera de limpiar mi sentimiento de culpabilidad, aunque sé que en estos últimos años, despedirme no hubiera servido de nada, porque en cuerpo estabas pero en alma no.

Sé que me has querido, que me has querido mucho, auténtica devoción, y creeme, yo también lo he hecho, lo sigo haciendo.
Toda una vida que acaba reducida y recogida en una caja. Suena duro, incluso frío pero es la pura realidad.
Estás ahí, a escasos metros y nosotros aquí, haciendote compañía por última vez. Ya, ya sé que muchos de los que están no quisieras que estuvieran... Pero qué puedo hacer yo más que aguantar un falso consuelo que no me reconforta.

Tengo muchas cosas tuyas. La soberbia, el "mal café", la aparente frialdad, y como a ti, tampoco me gusta la gente...

Solo quería despedirme, que supieras que nunca te voy a olvidar. Y aunque estas palabras, como ya he dicho, nunca te lleguen, necesitaba escribirlas.

90 primaveras, muchos sueños cumplidos y muchos otros sin cumplir.

Hasta siempre.

miércoles, 7 de agosto de 2013

8.765,81277 horas después (7 etapas del duelo)

8.765,81277 horas después. ¿Qué se siente? Entre poco y nada.

Siempre nos quejamos de la monotonía de la rutina, de la uniformidad y homogeneidad de nuestras vidas, y cuando esa rutina se ve alterada por la falta de cualquier elemento que no teníamos en mente cambiar u omitir, comenzamos a volvernos locos.
Qué sorpresas nos da la vida, y para desconsuelo de muchos no siempre son favorables y para nada, un motivo de alegría. Todo acto, tiene su consecuencia más o menos obvia y en un plazo de tiempo que nada tiene que ver con la gravedad de los hechos ni con la repercusión de los mismos. 
Nuestro cerebro (y nuestra parte emocional) tarda en reaccionar ante ciertas situaciones. Uno no se enamora de la noche a la mañana, ni deja de querer en un abrir y cerrar de ojos. Como el río, todo sigue su curso. Igual, que ante la muerte de un ser querido, las reacciones se suceden a velocidades distintas en unas personas que en otras.

Shock: No, no me lo esperaba. La verdad es que hubiera llegado a jugarme la cabeza a que eso nunca hubiera pasado, y efectivamente, como muchas otras cosas hasta este momento, la hubiera perdido. Parálisis cerebral y emocional. No ha pasado, es una broma. Sí, seguro que es una broma. 

Negación: Imposible. No se puede acabar tanto amor en tan solo unos segundos. Tanto tiempo forjando algo tan sólido, tan real que parecía mentira... No, no lo pueden romper dos palabras, y menos dos términos tan sosos fríos e incoherentes "Se acabó" ¿Ello sólo? No. Seguimos juntos, seguro. Es solo una pataleta, un enfado tonto. Mandaré un mensaje, le diré que le quiero y que volveremos a estar bien. No se ha acabado, no ha podido ser así.

Rabia: Mi vida no vale nada sin él. Toda la culpa es de tanta fulana que le ha comido la cabeza para poder comerle todo lo que viene detrás. Hijas de puta. Y van de amigas, como las vea las mataré. Y él... Él es gilipollas, no se da cuenta de que le quiero, que me quiere, que sin mi, no será feliz. La culpa no es mía y soy yo la única que sufre. Es como si a él le diera igual. Nunca le he importado. Valiente capullo. Juro que no será feliz si no es conmigo. Al final se dará cuenta de que o está conmigo o está contra mi, y la segunda opción no le compensa. Nunca me quiso, solo me utilizó.

Culpa: La culpa es mía. Nunca fui lo suficientemente buena ni con él ni para él. No me merece, merece a alguien mejor. Si yo no hubiera hecho todas esas cosas, si jamás me hubiera enfadado con él, si siempre le hubiera dado la razón. Nunca debí prohibirle nada, debí seguir sus órdenes. La culpa es mía, no hago nada bien, nunca lo he hecho, y nunca lo haré...

Tristeza: Solo lloro. Nada tiene sentido. Le echo de menos. Tengo un gran vacío en mi interior que me corroe por dentro. No tengo ganas de vivir, ni siquiera tengo fuerzas para respirar. No quiero saber nada de nadie, no me importa lo que le pase a nadie, ni lo que me pase a mi. Solo quiero morirme, meterme en la cama y llorar hasta quedarme seca, y entonces, dormirme para siempre.

Miedo: ¿Conseguiré salir adelante? La verdad, si él no está en mi futuro no sé si quiero seguir adelante. Él... él era quien me protegida  con él me sentía segura. Nunca seré feliz, no sin él. No, gracias, no me interesa conocer a nadie más. Si alguien consigue hacerme sentir tan viva y tan plena como lo hizo él seguro que esperará el mejor momento para abandonarme y volver a dejarme como estoy. Paso de darme otra vez la hostia, estoy mejor así, si no espero nada de nadie, ninguno podrá defraudarme.

Aceptación: Sí, es cierto, lo echo de menos. Cómo no voy a hacerlo, ha sido una parte fundamental en mi pasado. Sí, recuerdo el día de hoy. También me da un escalofrío cada vez que los meses suman ese preciso número de días. Ese banco, en ese banco reímos muchas veces. Me acuerdo de esa canción, solía cantársela siempre que hablábamos por teléfono .. Pero está bien así, me ha hecho aprender. Sé los errores que nunca volveré a cometer, ahora me esperará "otro él" para poder darle todo el amor que al anterior no supe darle correctamente. No voy a reemplazarle  sino a hacer más confortable el hueco que dejó. Algún día nos encontraremos y nos tomaremos un café...

Después, buscas una nueva rutina. Un nuevo elemento de cohesión entre tu felicidad y el mundo. Qué difícil es vivir en una rutina que no te hace sentir plenamente feliz, pero qué difícil es también vivir en una que te hace profundamente desgraciada. Salimos de una rutina para meternos en otra, mejor o peor. Son círculos viciosos; Estás bien. Estás perfectamente feliz. Te das la hostia. Sufres. Luchas. Estás bien... Y así. Toda la vida. Algunos círculos tienen mayor diámetro que otros, eso depende de las personas y de su capacidad de superación. La velocidad en la que superen esas fases de las que he hablado será el tiempo que tarden en salir de los profundos baches a los que nos somete la vida. 

8.765,81277 horas después, y yo qué siento. Me hallo el la fina línea que divide la sexta de la séptima etapa. Ya he cruzado esa línea varias veces en estas 8.765,81277 horas, pero siempre he vuelto atrás, como si me hubiera dejado el paraguas en casa en un día lluvioso. Hace sol, estoy preparada. Es hora de volver a girar mi círculo, de prepararme para una nueva rutina. 

Reinas de la maldad, parece fácil pero no lo es. Esto fue lo primero que pude publicar tras el revés que me dio la vida, 11 días después de un gran golpe. He estado tratando de recordar las sensaciones que sentía cuando escribí ese post, la verdad, seguía en shock. En la entrada Yo perdono pero no olvido. O igual era al revés... me desnudé ante el mundo (emocionalmente hablando) Las entradas de Octubre 2012 solo eran disfraces para mi agonizante momento personal. Las de Noviembre´12 el mejor ejemplo de "Consejos vendo y para mi no tengo". En Diciembre le pedí a 2013 que fuera lo que mi 2012 no había sido, le pedí sonreír 24/7, y bueno, dejemoslo en que confío en que los 4 meses que le quedan recompensen los otros 8. Y así, mes a mes, contando mis penas y, en ocasiones, alegrías. 

Adopté durante estas últimas 8.765,81277 horas la frase de "Siempre vuestra, nunca suya" y ha quedado ya como un imprescindible en mis publicaciones. 

Os vuelvo a preguntar, como antes, pero con toda la libertad para responder de forma anónima (OS DOY LA OPCIÓN) y que preguntéis o digáis lo que queráis. -:

¿Has conseguido superar las 7 fases? Si es así, ¿Cuánto tardaste?. De no ser así, ¿Cuánto llevas, y en qué fase crees que te encuentras?


@maarviloria

miércoles, 31 de julio de 2013

Recuérdame.

Estamos hechos de recuerdos. Físicamente formados por más de un 90% de agua, emocionalmente cimentados más de un 90% en recuerdos.

Vivimos para crear recuerdos. Recuerdos que en ocasiones nos hacen sonreír, suspirar o llorar. Otras veces la formación de un recuerdo, y su almacenaje, nos hace aprender. Probablemente las grandes lecciones las asociamos a malos recuerdos, porque con lo bueno no aprendemos, disfrutamos.

Hay ciertas cosas tan traumáticas que decidimos olvidar, ocultar entre tantas cajas repletas de momentos, eclipsando esas grandes lecciones que de no haberlas obligado a perecer en el olvido nos hubieran ayudado a evitar volver a cometer errores similares y con ellos las catastróficas consecuencias.
El ser humano vive construyendo recuerdos y muere dejando su marca personal, su propio recuerdo. Las personas no mueren cuando sus órganos dejan de funcionar, mueren cuando su recuerdo se pierde, cuando su historia es olvidada.

Hay que organizar los recuerdos, no puedes tenerlos todos tirados sin un órden ya sea cronológico o prioritario y hay que asociarlos a ciertas cosas físicas y sensoriales para que no se pierdan.
Olor a bronceador, aquel verano de sonrisa permanente. Esa canción y esos ojos que se clavaban en los tuyos cuando sonaba. Ese vestido que te pusiste el día que lo conociste... Capacidad de observación, que no se te escape ningún detalle.

Pero no se puede vivir de recuerdos, atascarse recordando impide formar nuevos recuerdos. Risto Mejide dijo que si tienes más proyectos que recuerdos, es que estás vivo. En cierto modo, tiene razón. De todos modos la tiene. Lo mejor es recordar a poquitos, sin premeditarlo, recordar lo bueno y lo malo un ratito para que no se oxide. Y después seguir andando, buscando crear nuevas historias que en próximos inventarios emocionales, tendremos tiempo de recordar.

Y ahora, con todos esos recuerdos, ten el valor de decir que me has olvidado. Que ninguna de esas taras emocionales (recuerdos) que protagonizamos juntos no te ha hecho sonreír. Olvídame si tienes huevos. Olvidanos si quieres morir.

REINAS DE LA MALDAD. TENGO QUE INFORMAROS DE ALGO. UNA DE LAS COSAS MÁS BONITAS QUE ME HA PASADO ESTE AÑO, ESTE VERANO. HE COMENZADO UN NUEVO PROYECTO EN FORMA DE BLOG CON MI HERMANA. OS INVITO A QUE VAYAIS TOMANDO CONTACTO CON EL BLOG, QUE OS VAYAIS SUSCRIBIENDO PORQUE PRONTO ARRANCAREMOS A TOPE. NO SERÁ SOLO UN BLOG DE MODA, NO SERÁ UN SIMPLE DIARIO EMOCIONAL DISFRADADO DE HISTORIAS AGENAS. SERÁ EL MANUAL DE CUALQUIER MUJER. SE LLAMA UN BILLETE A MALIBÚ Y ESTÁ A VUESTRA ENTERA DISPOSICIÓN.

Me, myself and... ¡Ay qué tonta eres!

"Si no te quieres tú ¿Quién te va a querer"

Me paso la vida viendo como mucha gente "se quiere" tanto que no deja espacio para que los demás les quieran un poquito. Y cuando digo "se quiere" me refiero a ellos mismos. Un amor propio sobrealimentado por ellos mismos a base de horas frente al espejo y cumplidos en su mayoría innecesarios.
Esa clase de personas que elevan su físico a la máxima potencia y alardean de unas cualidades psíquicas inexistentes (Dime de lo que presumes...).

Esa clase de personas que piensan que ellos son los que decidirán cuando acabar una relación por ser más atractivos que sus parejas y por ser fáciles de introducir al mercado.

Esas personas deberían andar alerta. Más de uno y de dos ya tiene un bonito pack de cuernos solos por participar en una relación al margen de si mismos.
Porque no seré yo quien diga que el físico no importa pero... ¿Para qué quiero una funda sin tener el móvil?

Una funda, se puede cambiar muchas veces, cada día de un color y un estampado diferente pero el móvil no es tan fácil de cambiar. Y al que me diga que tiene un iPhone de quita y pon, que deje de leer que no me está entendiendo.

A lo mejor, ella no te gana en apariencia, pero te gana en prestaciones y servicio. Es lo que tienen los móviles un poco más viejos que ya se entienden, te traen recuerdos y la batería dura mucho más. Serás el último modelo, tendrás WhatsApp, Line, We Chat y la carcasa más guay del mundo. Pero deberías de saber que a lo mejor, él de vez en cuando coge su móvil viejo y manda sms, juega al snake y escucha politonos.

Es lo que tiene quererse tanto a uno mismo, que te impide ver que hay más allá de ti. Y antes de que te des cuenta, ya te han cambiado, te están egañando y utilizando. La culpa la tiene ese espejo que no deja de reflejar tantísima belleza ¿No?.

Reinas de la maldad, metáforas a parte. Nunca he tenido el ego demasiado subido, pero la poca capacidad intelectual de algunas personas hace que mi ego (si es que también hay que denominar así a la parte psíquica de quererse) aumente.

Este fin de semana, he tenido la oportunidad de hablar mucho sobre mi blog y de recibir alguna que otra sorpresa de una lectora. Una reina de la maldad de los pies a la cabeza. He recibido consejos de otra y muchas felicitaciones de otras poquitas más.

Mi Twitter, como ya sabeis es @maarviloria y utilizo el mismo user también en Instagram (donde encontrareis algunos micro-post)

Siempre vuestra, nunca suya.

Marina Viloria

jueves, 25 de julio de 2013

Ánimo Galicia.

En días como hoy es en los que se demuestra la bondad de las personas.

Personas, como tú y como yo. Algo tan habitual como un vagón de tren, por el que pasan miles de historias diariamente. Me duele imaginar que alguna de las personas que ha perdido la vida tal vez iba a pedir matrimonio a su pareja, a ver a sus hijos, a cuidar de sus padres o ese tren formaba parte de su rutina.

El ser humano, es frágil. Muy frágil. Nos la jugamos diariamente, no valoramos la vida lo suficiente como para llamarla nuestra. Y un día, sin riesgo aparente, la vida se nos va.

Soy incapaz de imaginar el dolor de esas familias que perdieron a quien más querían. Incapaz de imaginar la angustia de todas aquellas que aún siguen tratando de saber si su seres queridos aún siguen aquí o se marcharon ya no sé dónde.

En días como hoy, te paras a pensar y te das cuenta de todo lo que te queda por hacer, todos los "te quiero" que aún no has dicho y todos los abrazos que no has dado. En días como hoy, te recomiendo que lo hagas ya, que no dejes que pase ni un segundo más. Porque en días como hoy, te das cuenta de que nunca sabes cuando se va a terminar esto.

Solo me queda, pedir a todos aquellos que creen, que rueguen por las almas de todos aquellos que no decidieron marcharse pero se han ido. Mando toda la fuerza y todos los ánimos que puedo ofrecer a las familias que dificilmente van a encontrar consuelo sino es abrazando a quienes buscan. Espero que los encuentren, vivos, y tengan la oportunidad de decirles lo que muchas otras familias no pudieron decir a quienes ya se marcharon.

Mucho ánimo Galicia.

España entera está contigo.

Marina Viloria

miércoles, 17 de julio de 2013

Las penas en vaso ancho y con mucho hielo

La barra llena de vodka, un chupito por cada mentira que sonó a verdad, dos por cada beso que supo a gloria, tres por cada "te quiero" de quita y pon. Trato de que todos esos "¿Por qué?" que rondan mi cabeza guarden silencio, mueran sin miramiento, ni compasión, trato de dejar de buscar respuestas que no voy a encontrar.

Más alcohol, más lágrimas. En vaso ancho, y con mucho hielo. Siempre.

Sigo notando sus ojos en los míos, recuerdo ese momento en el que me juró amor eterno. Era lo más bonito que me habían dicho nunca, era otra mentira más.

Ahogo las penas en alcohol, en alcohol y hielo. Trato de nublar mis pensamientos con el humo del tabaco. Es inútil, esa voz no calla. Su imagen no desaparece de mi mente.

Vuelvo a llorar. Otra vez. Dolor, rabia, impotencia... Aprieto el puño y me clavo las uñas. El dolor físico no es comparable al dolor psíquico, emocional.

Sigo bebiendo, fumando, llorando y perdiendo cualquier ápice de esperanza, de dignidad.

Joder, cómo pude dejar que mi vida se convirtiera en una mentira. En qué momento se me ocurrió dejar que mi felicidad dependiera de él. Hijo de puta, a besos te creí.

La música taladra mis oídos. Intercambio mi dinero y mis ganas de vivir, por copas que intentan sustituir sus caricias. El hielo enfría, pero no consigue hacer que duela menos.

La garganta destrozada repleta de sollozos ahogados. La cartera vacía. Mi ánimo como el hielo, derretido e inexistente. Otro fin de semana sin su cuerpo. Otra noche sin su olor en mi almohada. Otra estúpida que ha perdido la vida por estar enamorada.

Vuelvo a casa. Malherida. Como cada día. Como cada día desde que se fue.

domingo, 14 de julio de 2013

Adicción.

Las cosas cambian. Todo principio viene detrás de un final, la mayoría de las veces, un amargo final

Es como el sol, sale, se pone, y vuelve a salir. Nada es constante ni permanente, ni siquiera los sentimientos.

De nada sirve quedarse encerrado entre toneladas de recuerdos, anclado a un pasado que no va a volver. ¿Sabes? Ahí fuera hay un mundo lleno de personas increíbles, dispuestas a hacerte feliz, y también un montón de decepciones y fracasos que irás recolectando con los años. 

Crecer, reinventarse, vivir. Parece que no hay salida ante el dolor, pero tarde o temprano la encontrarás (la encontraré yo también). Más que en olvidar, creo que el truco está en superar. 
A mi, las relaciones fracasadas me recuerdan al tabaco. Tú, fumas. Sabes que es malo, no solo para tu salud sino también para tu economía. Hay muchas cosas que son mucho más difíciles de hacer si eres fumador, como correr la maratón. Pero sigues fumando. ¿Por qué? Ya no es porque te guste, es por puro vicio, pura costumbre, rutina, hábito. Te planteas dejarlo, y como que te entran más ganas de fumar. Lo "intentas" mil veces pero no puedes. No te engañes, tampoco quieres. 

Lo mismo pasa con el dolor, con echar de menos. Esa persona ha sido parte de ti mucho, pero que mucho tiempo. Te duele recordar, te duele ver, leer y escuchar cualquier cosa que tenga que ver con esa persona. Decides olvidar, pero es imposible. Tampoco lo intentas realmente. Te torturas escuchando esa canción, viendo esas fotos y mirando su última conexión de WhatsApp, rogando al cielo un mensaje, una segunda  tercera o decimonovena oportunidad. Nos volvemos adictos al dolor, a sufrir.
El ser humano, como buen kamikaze necesita tirarse piedras contra su propio tejado. Pero de nada sirve llorar por tantos "para siempre", por todos aquellos "ojalá"

Sientes que pasa el tiempo y todo sigue igual, que no lo vas a superar. Que el hueco que esa persona dejó es tan grande que jamás conseguirás llenarlo. No va a volver. Es mejor que lo sepas ya. No intentes comprender por qué se fue, no dibujes corazones con su nombre, no cierres los ojos al oler su perfume. Que tus oídos aprendan a no escuchar su voz, deja de torturarte con esa canción y sobre todo acostúmbrate a que esa persona y no forma parte de tu rutina.

No quiero ser yo quien rompa tus esperanzas, quiero ser quien te abra los ojos. Porque aquí donde me ves, tratando de aconsejar a cualquiera que esté en esta situación, estoy como todos los que se identifican con esto que he escrito.

Solo, os deseo suerte, y sobretodo paciencia y fuerza que las grandes adicciones no se superan en un par de días.



Reinas de la Maldad. Cada vez actualizo menos, lo sé. Y me niego a prometeros que lo haré más a menudo porque la inspiración me llega cuando la da la gana. Además, ahora soy rubia, y me cuesta más... 
. Disfrutad del verano, aunque cueste. Porque lo que me encanta el verano es que tiene la capacidad de volver posible lo imposible. 
Me teneis en Twitter @maarviloria para cualquier amenaza, insulto o felicitación. Y como ahora soy una moderna, estoy también en INSTAGRAM @maarviloria , donde cuelgo algunos "mini-post" o proyectos de entrada. Feliz verano.

 Nunca suya, siempre vuestra.

Marina Viloria